Mirador
Armando Fuentes Aguirre
Según es bien sabido el pez grande se come al chico.
Sin embargo yo conocí a un pez grande que no se comía a los peces chicos.
Los demás peces grandes lo veían con malos ojos. Murmuraban de él; decían que era un desprestigio para el gremio de los peces grandes, pues no cumplía su tradicional deber de comerse a los peces chicos.
El pez que digo no hacía caso de las murmuraciones, y seguía sin comerse a los peces chicos. Antes bien los protegía. Entre otras cosas que hacía en su favor les avisaba cuando venían los peces grandes a comérselos, de modo que pudieran ponerse a salvo.
Decían con gratitud los peces chicos:
—¡Éste sí que es un pez grande!
Comparto esa apreciación. Los peces grandes que ayudan a los peces chicos en vez de aprovecharse de ellos son verdaderamente grandes.
¡Hasta mañana!...