El poder de "lord ferrari" es indiscutible

Jamás deseo encontrarme con el señor don Alberto Sentíes Palacio, porque después de que accidentalmente le cierre el paso a su lujoso automóvil deportivo, ordenará que me tundan por atrevido y más adelante tendría que firmarle ’un convenio de reparación de daño’, mediante el cual me doy por satisfecho, retiro cargos y me comprometo a no molestarle más. Del ’convenio’ le entregarán copia al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, al presidente del Tribunal Superior de Justicia y al Procurador General de Justicia, para que queden enterados de cómo Lord Ferrari solucionó el problema, sin necesidad de los trámites burocráticos.
Este suceso además de insólito es indignante. El Procurador Rodolfo Ríos Garza deberá de tomar cartas en este asunto, porque de no hacerlo estará confirmando que la corrupción y la impunidad imperan en la administración y en la procuración de justicia en la Capital del País. ¿Cómo que firmaron ’un convenio’ las partes? Informaron los funcionarios de esa dependencia que a raíz de los hechos registrados el 11 de marzo pasado, se inició una averiguación previa con base en la denuncia de Jair Alberto Gómez y respaldada por el video que se divulgó en las redes sociales.
Sentíes Palacio se presentó ante el agente investigador del Ministerio Publico en la Delegación Tlalpan y reveló la identidad de su guardaespaldas, autor material de la golpiza al automovilista. Se trató de Sergio González Ibarra. Por esos mismos días se comprobó que conforme al número de placas de circulación, expedidas en el Estado de Morelos, no correspondía la dirección que aparecía en la tarjeta de circulación. No ocurrió absolutamente nada en contra de Lord Ferrari, como se apodó en las redes sociales el dueño del auto.
En el transcurso de los siguientes días, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México informó que existían tres denuncias de particulares en contra de Sentíes Palacio. Lo acusaron del delito de fraude, cuyo monto global se aproximaba a veinte millones de pesos. Después la misma dependencia reveló que había otras denuncias por el mismo delito. Pero el presunto responsable ni sudó ni se acongojó, porque la autoridad se concretó a exhibirlo ante la sociedad y hasta ahí quedaron los expedientes, si es que en verdad ya están iniciados y que se supone radican en la institución que dirige Ríos Garza, quien, por cierto, ya se alejó de las cámaras de televisión o lo retiró su jefe, el doctor en Derecho Miguel Ángel Mancera Espinoza, porque ’le roba espacio en la pantalla’.
El caso no puede quedar cerrado, porque está abierto el expediente relacionado con la muerte de González Ibarra, cuyo cadáver fue hallado en el cuarto de un hotel en Atizapán de Zaragoza, Estado de México. Ahí mismo La policía encontró un manuscrito en el que el guardaespaldas reveló que golpeó al automovilista (Jair) por órdenes directas y expresas de Sentíes. Tampoco eso puso nervioso a Sentíes Palacio, quien más preocupado está por el mantenimiento de la colección de autos deportivo.
Hasta ahí todo parece normal, natural lógico y telenovelero. Pero, el pero que nunca falta, cómo puede aceptar la Procuraduría de Justicia que Sentíes diga ’borrón y cuenta nueva’. Aquí no pasó nada, porque ya pagó dos celulares, una tableta y 4,500 pesos en efectivo. Aunque el agraviado-denunciante haya firmado un documento, debe recordar que él acusó por lesiones y robo al empleado de Sentíes Palacio, quien aparece como autor intelectual de los hechos. Los delitos se consumaron y un juez penal debe iniciar el proceso correspondiente para determinar la culpabilidad o la inocencia de quienes intervinieron en los hechos.
PREGUNTA PARA MEDITAR:
¿Quién o quiénes son los importantes e influyentes soportes que protegen a Alberto Sentíes Palacio, porque no niega manejarse con impunidad y seguro de que no pisará ni los separos de una delegación policíaca?
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